lunes, 27 de enero de 2014

semana 4: Cadivi, colas, crisis...CRISTO

Esta semana nos dieron un golpe bajo a todos los venezolanos: nos bajaron los cupos Cadivi y aumentaron el precio del dólar. ¿Cómo evitar no sentir tristeza e impotencia ante ésta situación? Ahora tenemos que hacer magia para rendir esos dolaritos. Y si hablamos de los Bolivares, la cosa se pone más deprimente aún. Los sueldos cada vez rinden menos y los productos además de costar el triple, están escasos. Al frente de mi lugar de trabajo hay un supermercado y esta semana ha habido colas kilométricas durante 3 días para comprar papel sanitario y Harina Pan. Parece un cuento pero es la realidad venezolana.

Sin embargo no todo es, ni puede ser, quejas en nuestro país. A causa de esta realidad en la que vivimos, nos hemos vuelto más unidos. “¡Amiga, en el supermercado de los chinos están vendiendo papel, anda rápido!”, “ Mañana van a sacar harina, 4 paquetes por persona”…estos son algunos de los mensajes que regularmente enviamos o nos envían por teléfono. “¡Ay chamo, será que me puedes vender papel? No me puedo meter en la cola porque yo soy operada de la columna y no puedo estar mucho tiempo parada” – le dijo mi mamá a uno de los despachadores en el supermercado – (y era cierto lo de la columna, por si acaso!) Le dieron papel sin problemas y sin cola. ¿Ven? Hemos desarrollado la solidaridad. Claro, también está el estafador que se cala la cola solo para ir a revender al triple y aquel que está necesitado del producto no le queda de otra que dejarse estafar. De todo se ve en el mundo. Pero una gran mayoría de venezolanos hemos aprendido a ser agradecidos. Valoramos el rollito de papel sanitario que tenemos en el baño o la arepa que hemos podido hacer gracias a ese kilito de Harina que conseguimos de milagro la semana pasada.  

Aceptar la realidad es el primer paso para ser feliz. Aquel que se niega o dedica su tiempo a quejarse por todo lo que pasa o deja de pasar en el país, vive amargado y pobre de actitud (y del bolsillo también!) La crisis está compuesta por un sinfín de oportunidades disfrazadas. Solo hay que saber buscarlas y aprovecharlas. O te pones a llorar o empiezas a vender pañuelos, tu decides.


Yo sé que en muchos hogares no hay papel, azúcar, leche, harina, pollo, dólares…pero tampoco está Cristo. La gente se preocupa más por lo perecedero que por lo espiritual. Se olvidan que somos seres espirituales viviendo una experiencia humana. Aquel que tiene a Cristo, a pesar de las circunstancias políticas y la escasez en el país, vive lleno de gozo porque sabe y confía en que Cristo intercede por él ante Dios y verá sus necesidades cubiertas en el momento propicio.
Decídete a buscar a Cristo con ese afán con el que buscas la Harina Pan o la leche. El es más beneficioso que cualquiera de esos productos. El prometió estar contigo siempre. Agárrate de Sus promesas y lucha por tener una vida mejor. El respaldará tus proyectos, siempre y cuando estén sincronizados con Su Voluntad.

“Dios mío, tú siempre cumples tus promesas
 y lo has demostrado una y otra vez. 
Tus promesas son más valiosas que plata refinada. 
Podrá haber malvados en el mundo, y la maldad ir en aumento,
 pero tú siempre nos proteges y nos defiendes de esa gente” 
Salmos 12:6-8

No es casualidad que las 3 palabras que nos atormentan hoy en día a todos los venezolanos, se escriban con la “C” de Cristo.

Cadivi, colas, crisis…CRISTO.


@Lilimusical

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