Obviando ciertas escenas, Sex and the City se ha convertido
en una de mis series favoritas. La trama es bastante realista y me siento
identificada con Carrie, la protagonista, quien es escritora de una columna de
relaciones amorosa de un periódico. Ella, al igual que yo, suele reflexionar y
escribir todo los acontecimientos que vive. Ayer en uno de los episodios, Carrie mencionó que la gente de Nueva York siempre está en la búsqueda de tres cosas fundamentales: un empleo,
una pareja o un apartamento. Obviamente todo el episodio (y la serie en
general) se basó sobre la búsqueda del segundo elemento: la pareja. Aunque
también hubo cierta reflexión en cuanto a la inconformidad del ser humano. 1 + 1 termina siendo cero ya que no nos
sentimos satisfechos hasta haberlo alcanzado todo.
Extrañamente para mi, estando tan envuelta en el tema de la soltería
debido a mi libro “Felizmente Soltera” y todo eso, no me sentí atraída por
debatir el por qué algunos tienen pareja y otros no. En realidad se me vino a la mente una frase
que leí en mi librito devocional ese día en la mañana. “Somos seres
espirituales viviendo una experiencia humana” – recalcaba el autor. Me pareció
estar refiriéndome a mí misma en tercera persona, de una forma más objetiva.
Es interesante saber que todo lo que vivimos: decepciones,
alegrías, salud, enfermedad, amores y desamores, forman parte de una
EXPERIENCIA. Todas esas cosas no nos definen, porque en realidad somos un
espíritu dentro de un cuerpo que obviamente fue creado por Dios. Pero mi punto
es el siguiente: Si la vida es como un crucero; o sea, una aventura, ¿Por qué
nos preocupamos cuando no hemos vivido esta o aquella experiencia? Peor aún, ¿Qué
tal si esa vivencia no estaba incluida en el crucero que nos vendieron?
Al final, la ansiedad no sirve de nada, no nos llevará a la
costa que ya estaba predestinada desde el instante en que pusimos un pie en el
barco.
No tengo ni la más remota idea de cuál será el itinerario de
mi crucero, pero aquí estoy, tranquila con una piña colada dejándome llevar por
el vaivén de las olas del mar. Me siento confiada “porque todo, absolutamente
todo, en el cielo y en la tierra, visible e invisible…todo comenzó en Dios y
para los propósitos de Dios” (Colosenses 1:16)
Mi Proyecto 365 va revelando día a día el curso del barco en
el que estoy abordo. Consiste en tomar una foto diaria que sirva de evidencia
de alguna vivencia especial dentro de ésta, mi experiencia humana. Acompáñame! En Instagram y Twitter: @Lilimusical.
Medita en esto: ¿Qué tal si esa experiencia en especial que has estado anhelando vivir desde hace
mucho tiempo, no está contemplada en el Plan de Dios para tu vida? Sé que es
decepcionante pero, ¿No es mejor dejarse llevar por Dios, bajo Su dirección, y
vivir lo que Él nos permita vivir? Al fin y al cabo, Sus planes son mejores que
los nuestros, sin duda alguna.
@Lilimusical
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