¡Hay que ver que uno pasa como dos años sin pronunciar una palabra con sentido! ¿Cómo nos aguantamos tanto tiempo? De vez en cuando soltamos un…gu, gu, ta, ta...haciendo notar nuestro progreso en el habla pero como somos unos bebes, la gente se emociona cuando nos escuchan pronunciar nuestros primeros monosílabos. Aprender a comunicarse de forma oral es todo un proceso, no es cualquier cosa que se logra de un día para otro. ¡Ojala así fuera! Quizás ese es un ejemplo por parte de Dios, para mostrarnos que el aprender a dominar nuestra lengua es todo un arte que amerita esfuerzo y dedicación.
Ya una vez
creciditos, tenemos esa lengua super desarrollada, con músculos y todo! Pasamos
de decir unos simples monosílabos a un sermón de 10 horas que muchas veces
carecen de sentido como el gu, gu, ta, ta de cuando teníamos dos años. Decimos
muchas palabras hirientes a los demás y peor aun…a NOSOTROS MISMOS. Si! no me
digas que no, te puedo asegurar que más de una vez te has dicho cosas como
estas: “¡Ay pero que tonta, ¿Cómo pude hacer eso?”, “Seguro que hoy me va mal
en el trabajo, lo presiento”, “A pesar de todo lo que hago, nunca salgo de
abajo”. No sé tú, pero yo estoy harta de hacerle caso al diablito que se mete
en mi cabeza y me atormenta con esos pensamientos que me anulan y me paralizan.
Debido a que he estado más consciente de mi auto-dialogo en estos días, me he
propuesto hacer un cambio drástico. Si de algo estoy clara y segura es que los
sentimientos no dicen la verdad pero la palabra de Dios sí. Si me dejo guiar
por mis sentimientos, voy a estar montada en una montaña rusa emocional
permanente que avanza a toda velocidad sin control. Puedo sentirme mal o triste
por alguna situación (y es totalmente válido y humano!) pero de ahora en
adelante espero cambiar mi vocabulario y en vez de decir: “No puedo hacer
aquello, es demasiado para mi”, voy a cambiarlo por “Voy a hacerlo porque todo
lo puedo en Cristo que me fortalece”. Hoy decido CREER en el angelito y no en
el diablito. No me ha ido bien cuando me he dejado guiar por ese bichito. Voy a
cambiar de capitán. Cristo puede guiarme mejor y todo lo que El tiene que
decirme está escrito entre Génesis y Apocalipsis. Solo tengo que dedicar un
tiempo para la lectura y meditación de esas Palabras de Verdad que pueden
ayudarme a vivir por encima de mis sentimientos.
“Si ustedes ponen
toda su atención en la palabra de Dios, y la obedecen siempre, serán felices en
todo lo que hagan. Porque la palabra de Dios es perfecta y los libera del
pecado. Si alguien se cree muy santo y no cuida sus palabras, se engaña a sí
mismo y de nada le sirve tanta religiosidad” Santiago 1:25-26
Pon atención en
tu autodialogo durante esta semana y haz los cambios que creas convenientes.
PD. Nos seguimos
leyendo en la próxima semana para continuar la segunda parte de este
adiestramiento para aprender a hablar cristiano.
@Lilimusical
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