Me da tanta tristeza cuando veo viejitos vagando por las
calles como si fueran un barco sin rumbo en el medio del mar. Y no me refiero a
aquellos ancianos desamparados que en su juventud fueron capaces de levantar a
5 hijos y ahora durante su vejez, esos 5 hijos son incapaces de encargarse de
sus viejos (hijos sin corazón!), sino de aquellos hombres y mujeres que tienen
la dicha de llegar a su edad dorada y a pesar de todo, caminan por inercia como
si fueran zombies. No tienen ni la más mínima idea el por qué o para qué Dios
los puso en la Tierra. Esos casos me provocan una mezcla de tristeza e
impotencia porque es que aun cuando yo quisiera ayudarlos, cada quien nació con
una canción que solamente ELLOS pueden tocar.
De verdad que gracias a Dios, ese no es el caso de mis
viejos. Si, yo sé, todavía no tienen edad para decirles así, pero mi hermano y
yo les decimos viejos por cariño (y no se molestan!). Mi papá es músico desde
los 5 años y ahorita a sus 53 años, lo es más que nunca! Toca más de 5
instrumentos y es el director de su Academia Música para todas las Edades. La
música está en sus venas y todo lo ve desde el punto de vista de notas y
figuras musicales. La música es su lenguaje.
Mi mamá es abogada y trabajadora social, tiene unos bellos 56
años y dicho en sus propias palabras: “¡Soy muy bonita!”. Desde que conoció a
mi papá, lo apoyó completamente en su visión de tener una academia de música. Ha
ejercido su profesión como trabajadora social en el trato con los padres de la
academia. De verdad que nada sería igual sin su toque y sensibilidad humana. Mi
mamá se mete a cualquiera en un bolsillo. Ella sí que sabe llegarte directo al
corazón.
De unos años para acá, mi mamá ha encontrado otra forma de
desarrollar su amor al servicio: transformando hogares normales en hogares
ecológicos. Adora la ecología y todo lo relacionado al cuidado del planeta. Y
ahora que cuenta con el respaldo de una gran empresa como lo es Amway, está más
que feliz! Mi papá se ha unido a la causa, y entre los dos, han formado un
equipo de líderes que están dispuestos a trabajar juntos y cumplir todos sus
sueños.
Mis padres, desde muy jóvenes estuvieron claros con respecto
a los dones y talentos que Dios les había dado y los han desarrollado a lo
largo de sus vidas. Personalmente y como hija, me alegra mucho saber que se
sienten realizados y plenos. Que tristeza me daría ver a mis padres, dentro de
unos añitos, como unos zombies vagando por las calles sin brújula ni razones para vivir.
Son mi ejemplo a seguir y definitivamente…ellos sí saben para
qué nacieron!
@Lilimusical
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