Continuando con el tema de la semana pasada, debo admitir
que hay ciertos momentos en los que sí debemos actuar como Mujeres Maravillas;
tu sabes, ese tipo de mujer que es capaz de hacer cualquier cosa, sin temerle a
los nuevos retos que se le puedan presentar. Recientemente tuve una
conversación con unas amigas, están analizando la posibilidad de poder
incluirme en un gran proyecto relacionado con mi área: los niños. Me formularon
varias preguntas para saber cómo yo he desempañado mi trabajo hasta los
momentos y me pidieron que les planteara unas ideas sobre cómo podría llevar a
cabo ese nuevo proyecto de trabajo exitosamente. Reconozco que en ese momento
me puse mi capa de mujer maravilla, les di varias ideas y aunque sé que si me
escogen para formar parte de su equipo, voy a tener que desaprender muchas
cosas y aprender muchas otras cosas más, no le tengo miedo a lo que pueda
venir. Tengo las ganas y la disposición para incursionar en algo distinto a lo
que he hecho en estos últimos años. Es parte del propósito de Dios para mi
vida. Si, así es, es PARTE. La otra parte de Su propósito es ser la ayudante de
uno de sus siervos, su esposa pues!. Para ese trabajito si me tengo que quitar
la capa y dejarme guiar. Aunque considero que tengo todas las cualidades de
esta Mujer Maravilla; gracias a un material que estoy leyendo, me he convencido
de que no me van a servir de mucho en el matrimonio.
Muchas “colegas” mías, solteras mayores de 25 años, afirman
y reafirman que es mejor estar solas porque hay mas libertad, menos
sufrimientos y sacrificios y se justifican diciendo que los mejores hombres ya están ocupados. Sin
embargo, la Sra. Pearl dice en su libro Creada para ser su ayuda idonea: “El
único lugar en el que encontrarás verdadera realización como mujer es como
ayuda idónea de tu marido”. Mi traducción: Fracasaste como mujer si no te
casaste y no cumpliste tu propósito de ser la mejor ayuda para tu marido. Ya
estoy clara en eso, también estoy clara de que cada oveja tiene su pareja, asi
como lo expuse AQUI semanas anteriores.
Ese es el primer paso, reconocer que fuimos hechas para ser
la ayuda idónea de un hombre y aceptarlo a él como nuestra cabeza de la misma
forma que Cristo es la cabeza de la iglesia. El detalle está cuando el esposo
no es precisamente el más espiritual del mundo y tu te preguntas: ¿Cómo voy a
ser sumisa a un tipo así? ¡Ni que estuviera loca!
Para esos casos, la
Sra. Pearl nos dice:
“Tu marido, por muy inútil que “parezca”, ha sido designado
por Dios para que sea tu “oficial superior” inmediato en la cadena de mando. Tu
posición debajo de él es donde Dios te ha puesto por tu propia seguridad
espiritual, emocional y física. No te preocupes por la calidad de su liderazgo,
porque él a su vez está bajo la supervisión de Jesucristo. El tiene que dar
cuentas a Dios de su manera de dirigir a sus “tropas”. Tu tienes que dar
cuentas a Dios por tu manera de obedecer al que El puso sobre ti. Se requiere
fe en Dios para confiar en él cuando lo único que tú alcanzas a ver es un
hombre carnal que te guía – “solo Dios sabe a dónde”. En todo este asunto de
someterte a su autoridad, recuerda esto: Dios está enfocando nuestra atención
sobre el modelo celestial. El énfasis no es sobre la sujeción de la mujer al
hombre, sino más bien en que la mujer manifieste, aquí sobre la tierra, el
patrón celestial del Hijo que se somete al Padre”
Eso se sintió como una patada en el estómago!
Sin embargo, voy a tomar su propio consejo dado en su otro
libro Preparándote para ser una ayuda idónea:
convertirme en su ayuda idónea inclusive ANTES de conocerlo, orando por él a
diario, pidiéndole a Dios que le conceda sabiduría para cumplir con el
ministerio que El le haya otorgado.
Esa ha sido mi práctica durante ésta semana, orar por quién
aun no conozco para que desde ya, Dios lo vaya guiando por el camino correcto.
Espero que eso ayude para que cuando yo aparezca en escena, el sea lo
suficientemente sabio como para guiar nuestra familia y yo no tenga TANTAS
ganas de tragármelo vivo!
Como dice la propaganda…momentos como estos no tienen
precio, para todo lo demás existe MasterCard! En lo que respecta a nuestro rol
de esposa, la única forma de cumplir nuestra función es honrando a nuestros
esposos, apreciándolos y ayudándolos en sus ministerios…para todo lo demás,
sacamos la capa de mujer maravilla y hacemos lo que Dios no ha mandado a hacer.
En mi caso, uso mi capa en mi profesión y me la quito en la casa. Aunque aun no
tengo esposo, sí tengo un padre y un hermano a quien respetar. Oro por ellos también
para que Dios los sepa usar para sus propósitos y yo pueda estar siempre detrás
del telón apoyándolos en todo.
El proceso de conversión de Mujer Maravilla a Ayuda Idonea continuará...
@Lilimusical