Han transcurrido 9 semanas de este año 2014 y ésta último se
ha sentido un poco extraña debido a que se decretó que el jueves 27 y viernes
28 no serían laborables en todo el país. Esto fue impulsado por la situación
política que actualmente vive Venezuela. Lo cierto es, que el ser humano es un
ser de rutinas y cuando hay alteraciones, nos tambalean. Era viernes 28 de
febrero, 8am y yo pensaba que era domingo! Ya estaba casi lista para ir a la iglesia.
Y sé que no fui la única desfasada en el tiempo porque a una amiga le sucedió
exactamente lo mismo.
¿Es que acaso somos unos hamsters cuya única función es dar
vueltas y vueltas en la rueda? –pensé- Al parecer sí lo somos.
Es sorprendente cuánto dependemos de una rutina. Y lo peor
del caso es que nos quejamos cuando la estamos ejecutando porque la
consideramos apretada y agobiante pero cuando no la tenemos, nos sentimos
desvalidos. Recuerdo mis años de colegio cuando era Enero y ya estaba deseando
que fuera Julio para salir de vacaciones y no tener nada que ver con exámenes,
exposiciones, trabajos, madrugar, etc… Pero a mediados de Agosto me encontraba
dando vueltas en mi casa con tiempo de sobra y nada productivo que hacer. Solo
deseando que fuera Septiembre para volver a clases y por lo menos tener una
vida con propósito, aunque esta se resumía en una sola palabra: ESTUDIAR.
Esta misma experiencia se repite en la adultez. Quien
trabaja, desea vacaciones y luego que las consigue, desea volver al trabajo.
Quien es madre, desea que los hijos crezcan para así poder tener tiempo para
ellas mismas y no para solo cambiar pañales, dar teteros, hacer tareas
estudiantiles, etc etc… pero luego que los hijos crecen, se casan y se van, se
sienten vacías y sin nada que hacer. Quien tiene 20 años trabajando en una
empresa, espera con ansias su jubilación para asi no tener que trabajar más
nunca y poder dedicarse a otras cosas, pero meses después de jubilarse los
encontramos más viejos que nunca por falta de actividad laboral.
Esto me dice que el hecho de mantenernos activos nos
mantiene vivos. Y que más allá del trabajo, los hijos, los estudios, la
acumulación de dinero y cualquier otra motivación externa que tengamos para
vivir, lo verdaderamente importante es la motivación interna que nos brinda el
tener un propósito de vida claro.
Si hemos de ser unos hamsters que dan vueltas y vueltas en
un mismo sitio, ubiquemos el sitio en
donde queremos echar raíces. Personalmente, quiero mantenerme enfocada en desarrollar
los talentos que Dios me ha otorgado y usarlos para agradarlo a El. Ese es mi
sitio: ADORACION A DIOS. Por ese motivo vale la pena vivir. Si aún no estás en
tu sitio ideal, muévete! El tiempo pasa, los trabajos se acaban, los hijos
crecen, la gente se gradúa y tú seguirás buscando una nueva razón por la cual
vivir.
Eres un SER humano, no un HACER humano. Define tu esencia y
consérvala intacta sin permitir que se altere por tus “haceres” durante tu
vida. Cuando defines quién ERES, aceptas con agrado todas tus rutinas
(laborales, familiares, estudiantiles…)
Soy una ADORADORA de Dios, y tú quién eres?
@Lilimusical
PD: El Sabado 01 de Marzo celebré el día Nº 60 de mi Proyecto 365. Si aún no sabes de qué se trata, dale Click aca
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