lunes, 3 de marzo de 2014

SEMANA 9: Soy un hamster, ¿y qué?

Han transcurrido 9 semanas de este año 2014 y ésta último se ha sentido un poco extraña debido a que se decretó que el jueves 27 y viernes 28 no serían laborables en todo el país. Esto fue impulsado por la situación política que actualmente vive Venezuela. Lo cierto es, que el ser humano es un ser de rutinas y cuando hay alteraciones, nos tambalean. Era viernes 28 de febrero, 8am y yo pensaba que era domingo! Ya estaba casi lista para ir a la iglesia. Y sé que no fui la única desfasada en el tiempo porque a una amiga le sucedió exactamente lo mismo.
¿Es que acaso somos unos hamsters cuya única función es dar vueltas y vueltas en la rueda? –pensé- Al parecer sí lo somos.
Es sorprendente cuánto dependemos de una rutina. Y lo peor del caso es que nos quejamos cuando la estamos ejecutando porque la consideramos apretada y agobiante pero cuando no la tenemos, nos sentimos desvalidos. Recuerdo mis años de colegio cuando era Enero y ya estaba deseando que fuera Julio para salir de vacaciones y no tener nada que ver con exámenes, exposiciones, trabajos, madrugar, etc… Pero a mediados de Agosto me encontraba dando vueltas en mi casa con tiempo de sobra y nada productivo que hacer. Solo deseando que fuera Septiembre para volver a clases y por lo menos tener una vida con propósito, aunque esta se resumía en una sola palabra: ESTUDIAR.
Esta misma experiencia se repite en la adultez. Quien trabaja, desea vacaciones y luego que las consigue, desea volver al trabajo. Quien es madre, desea que los hijos crezcan para así poder tener tiempo para ellas mismas y no para solo cambiar pañales, dar teteros, hacer tareas estudiantiles, etc etc… pero luego que los hijos crecen, se casan y se van, se sienten vacías y sin nada que hacer. Quien tiene 20 años trabajando en una empresa, espera con ansias su jubilación para asi no tener que trabajar más nunca y poder dedicarse a otras cosas, pero meses después de jubilarse los encontramos más viejos que nunca por falta de actividad laboral.
Esto me dice que el hecho de mantenernos activos nos mantiene vivos. Y que más allá del trabajo, los hijos, los estudios, la acumulación de dinero y cualquier otra motivación externa que tengamos para vivir, lo verdaderamente importante es la motivación interna que nos brinda el tener un propósito de vida claro.
Si hemos de ser unos hamsters que dan vueltas y vueltas en un  mismo sitio, ubiquemos el sitio en donde queremos echar raíces. Personalmente, quiero mantenerme enfocada en desarrollar los talentos que Dios me ha otorgado y usarlos para agradarlo a El. Ese es mi sitio: ADORACION A DIOS. Por ese motivo vale la pena vivir. Si aún no estás en tu sitio ideal, muévete! El tiempo pasa, los trabajos se acaban, los hijos crecen, la gente se gradúa y tú seguirás buscando una nueva razón por la cual vivir.
Eres un SER humano, no un HACER humano. Define tu esencia y consérvala intacta sin permitir que se altere por tus “haceres” durante tu vida. Cuando defines quién ERES, aceptas con agrado todas tus rutinas (laborales, familiares, estudiantiles…)

Soy una ADORADORA de Dios, y tú quién eres?

@Lilimusical

PD: El Sabado 01 de Marzo celebré el día Nº 60 de mi Proyecto 365. Si aún no sabes de qué se trata, dale Click aca

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