Lunes 24 de Marzo, 12:30am
Luego de tres horas de retraso,
finalmente llego al aeropuerto de mi ciudad después de una inolvidable
experiencia en Guatemala. Duermo 8 horas y a las 9:00am del día martes, inicio
oficialmente mi semana. La agenda está apretada, varios pendientes y eventos me
esperan.
Para empezar, ese mismo día,
realizamos el ensayo general previo a los Conciertos que teníamos pautados para
el miércoles y jueves. Todavía con sueño acumulado y una maleta que desempacar,
me dispuse a llevar a cabo todos estos compromisos. Siempre es un placer
cosechar los frutos del trabajo que realizo con mis alumnitos. No cambiaría
esos momentos por nada del mundo. Me recuerdan que nací para enseñar y aprender de esos pequeñitos que están
en mi clase.
El viernes y el sábado fueron
días estresantes para mí, me tenía que preparar para el viaje que iba a
emprender el domingo en la noche. Este año, al igual que el año pasado,
participaré como maestra de música en el 4º campamento de pascuas dirigido a
niños bilingües en la bella isla de Trinidad.
Entre mi lista de pendientes
estaba: poner al día la contabilidad y todo lo administrativo de la Academia,
dejar lista la planificación del tercer trimestre del Kinder Musical y explicársela
a mi equipo de trabajo, entregarle el material de mis clases de los niños de la
iglesia a mi amiga quien me iba hacer el favor de dar mis clases durante todo
el mes que iba a estar ausente, chequear mis tarjetas de crédito en el banco,
escoger y escribir la canción que cantaremos en el acto final del campamento y
finalmente…hacer maleta; o mejor dicho, desempacar y volver a empacar.
Es un gran desafío estar y
sentirse listo para emprender algo nuevo. Creo que uno nunca lo llega a estar,
porque a pesar de que en estos momentos estoy en el aeropuerto de Maiquetía,
12:00am, con tres cafés encima para poder mantenerme despierta toda la noche,
en mi mente estoy revisando mi equipaje para asegurarme que no haya olvidado
nada esencial. Lo peor del caso, es que ya no puedo hacer nada al respecto. Lo que
se quedó, se quedó.
No puedo evitar preguntarme:
cuando me toque partir físicamente de éste mundo, ¿Estaré verdaderamente lista?
¿Tendré un abrazo pendiente? ¿Un perdón que otorgar? ¿Un “te amo” que decir?
No lo sé, pero de algo sí estoy
segura, estaré revisando constantemente mi lista de pendientes para tratar de
que no se me olvide nada.
Mientras tanto…
Esperaré que sean las 9:10am para
partir a mi nuevo proyecto!
T&T here i go!
@Lilimusical